viernes, 25 de diciembre de 2020

El Obispo

La entrada de hoy me recuerda a que un Presidente del Gobierno en España puede serlo sin necesidad de que nadie le vote, ni siquiera ir en una lista electoral, la democracia es así, dicen te representa el más votado. Pero consuélense, con un obispo puede pasar lo mismo, de hecho pasó. Engañar a un vecino es fácil, engañar a un banco es más complicado, engañar a un cura mucho más difícil pero engañar a un cura y a toda su feligresía como que es de cum laude. Sabe Dios si aquí no se nos habrá colado alguno. Lo veo difícil, Carmona es una ciudad donde su lucero y la divina providencia siempre te descubren. Aquí los frailes como que no, las monjas por goleada… jajaja.

1 comentario:

  1. A mí me suena mucho lo de Camacho en Carmona. Mira que si el falso obispo dejó descendencia cercana? Continuad entre legajos.

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