HORTELANOS

Y llegó el Alcalde y mandó parar. La verdad es que no se yo muy bien como era eso “de una Alcaldía dos alcaldes”. Por aquel entonces estaba D. Manuel Villa, y este que no se andaba con tonterías de la tía Carlota. El primero a “sus labores de limpieza” y el otro a “se acabó lo que se daba”. O algo así. El caso es que aquí por lo que se ve, eso de la sanidad alimentaria en aquellos, como a veces en estos tiempos, tenía mucho que desear. Y por curiosidad, ¿Quién fue este tal Don Hilario Román Garrido? Los rojos nunca, que sepamos en Banderías, hablan de él.