PASEITOS

Ya sé yo porque hay pocos escritores en el Sahara, el calor conlleva la vagancia mental y eso inspira poco. Sabe Alá donde escribió Mahoma el Corán por no decir cómo se escribieron los Evangelios, si debajo de una palmera o una higuera, en fin, nosotros a lo nuestro. De toda la vida de Dios tenía entendido que aquí el personal los días soleados se daba sus paseítos por el Paseo de Espartero, alias Príncipe de Vergara (Si el del caballo…) o por la Alameda del falangista (Tenía carnet) de su majestad Alfonso XIII. Ya lo de subir a la plaza arriba como de catetillos… pero no, aquí la gente de bien paseaba por otros lares, y además exigiendo elegancia ¡ 1888.