Martin Kippenberger

Ya pasó esta Semana Santa. La suerte de la lluvia cada cofradía  la ha sorteado como ha podido,  principal causa de la mediocridad por la que se ha distinguido este año el paso de las procesiones. Ha sido directamente proporcional la penitencia al lucimiento que en definitiva es el fin y sentido de las Hermandades. Banderías no iba a dedicarle más entradas a este evento que la ya expuesta sobre cómo se desvalijó la Iglesia del Salvador y que a lo largo de los años nadie ha tenido la generosidad de devolver un mísero crucifijito. Quizás, criticar que la banda de música de la Hermandad referida, para lo que dicen que ha costado,  al finalizar su actuación interpretó muy flojito el Himno Nacional. Se ve que el Himno de Andalucía del que la población es tan devota es completamente ignorado cuando esa misma plebe mira a lo divino y no a lo humano.  Cristo y sus cristianos hermanos sabrán. 

 Pero Banderías quiere dedicarle esta entrada a uno de los grandes y así reconocidos artistas plásticos del último tercio del siglo pasado.  Conciudadano por haberse censado y vivido  en Carmona. Como siempre esta ciudad ni se enteró. Obviamente no pintaba virgencitas rocieras tal Juan Lacomba para la rifa anual de la cena de hermanamiento ni  se presentaba al concurso de pintura de la Novena. Y ya  que fuera premiado por un cartel de Semana Santa imposible para una intelectualidad religiosa caracterizada por una  endogamia mental ajena al tiempo. Mas obviamente,  su obra ha sido reclamada para su exposición por toda la élite museística de Europa.  Le dedico esta entrada al cumplirse un  aniversario de su muerte, marzo de 1997.  No le llegué a conocer personalmente, si a alguno de sus correligionarios.  Dejo una de sus obras pintada cuando aquí estuvo, la que el Papa Benedicto vetó la dejo para que Tintito la exponga en su blog si a bien le parece; por último,  hoy he visto la anunciada exposición de artistas locales de la materia en los bajos del Excmo Ayuntamiento, me pregunto quién habrá sido el Comisario de la misma,  sea quien sea seguro estoy que la que exponga de trajes de flamenca para mayo será un éxito. Ésta infumable.

This Easter has passed. Each Guild has drawn the sort of rain as it has been, leading cause of mediocrity that the passage of processions has distinguished itself this year. The penance to the brilliance which ultimately is the purpose and sense of the brotherhoods has been directly proportional. Erroneus wouldn't devote more tickets available for this event that the already exposed on how it desvalijó the Church of el Salvador and that over the years nobody has had the generosity of return a miserable crucifijito. Perhaps, criticizing that the band of the aforementioned brotherhood, the national anthem for what they say has cost at the end of his performance interpreted very weak. We see that the anthem of Andalusia that the population is so devoted is completely ignored when that same populace looks at the divine and not human.  Christ and his Christian brothers will know.    But Erroneus wants to dedicate this entry to one of the largest and well renowned plastic artists...